Recibimos desde una ventana del Chat de facebook (10.15 horas con fecha 6/01/15:

“Hola soy Gabriela de la Dirección de cultura, queríamos saber si vos abriste con un FIERRO la puerta, porque HOY la encontramos rota, aparentemente no falta nada. Avisanos por favor”

La puerta a la que hace referencia, para quien no sabe, es de la oficina del entrepiso donde funciona la sede principal de la Agrupación por los derechos humanos ¿Quiénes Somos? , enclavada en un edificio declarado patrimonio histórico de nuestra ciudad, a saber el Centro Cultural, puerta que abro normalmente con una llave, como se debe abrir una puerta, y no con un fierro.

Cuando llego al lugar, al mismo tiempo llega la señora Marcela Garea de FM Diferente a quien le solicité que me saque unas fotos del lugar del hecho porque mi cámara no tenía batería. Encontramos con la mencionada el marco de madera de la puerta arrancada y restos de la mampostería en el suelo, la puerta semi abierta con signos de haber sido “barreteada” como se puede observar en el material fotográfico. A “prima facie” no se observaba desorden o que faltaran objetos que potencialmente podrían interesar para fines de robo, tal es el caso de computadora, impresora, equipo de audio etc. Todo estaba llamativa y aparentemente en orden. La gran incógnita y lo más preocupante es lo que allí se guarda, documentación sensible, inherentes a casos de apropiaciones, médicos, parteras , enfermeras y particulares supuestamente involucrados en casos de tráfico, venta y apropiación de niños en distintas épocas, localmente y en otros distritos, denuncias a funcionarios, casos de niños apropiados durante el terrorismo de estado, correspondencia confidencial con autoridades gubernamentales, en fin allí está archivada la memoria de nuestra labor y gestión institucional de casi 13 años, libros de actas , etc. Está más que decir que todo este material tiene un valor altamente significativo por varias razones que tienen que ver con el esfuerzo, la entrega y las horas interminables de gestión dedicadas al bien común y a favor del derecho a la identidad.

La denuncia fue radicada en la UFI 8 de Baradero, del Dpto. Judicial de San Nicolás y debo destacar que fui atendido de la mejor forma por la Doctora María Luján de los Santos.

Vuelvo al lugar a sabiendas de que no se iba a ordenar ningún procedimiento policial para determinar huellas, o constatar pruebas de que hubo un método violento para ingresar, según me manifestó la doctora Nelba Pulimeni antes de abandonar la fiscalía. Me puse manos a la obra para reparar el marco y la puerta sin saber que luego los hechos iban a tener un giro imprevisto con respecto a la hipótesis que iba barajando en mi mente de quienes y porque. Ante la afrenta que representa el hecho violento contra una institución de derechos humanos se iba a presentar la desidia como un condimento más de este confuso hecho. Cuando termino mi tarea de reparaciones tomo contacto con dos empleadas municipales, Marcela Peñalba y la encargada de la limpieza a quien conozco por su apelativo, Mary, quienes se encontraban en el piso de abajo. Peñalba me dijo que sabía que la puerta estaba forzada desde antes de navidad y sospechaba que podrían haber sido chicos de la escuela San José que organizó una feria para esa fecha. Yo no podía creer lo que escuchaba, semejante burrada, ¿Cómo es posible que no se me haya avisado antes si creían que la puerta había sido forzada? Alguien medianamente responsable , con dos dedos de frente, y con algo de “buena leche” podría haber tenido la deferencia de haber alertado algún superior sobre este hecho que no se sabía aún la gravedad que podía llegar a tenerla, mas aun dándose cuenta de que hubo violencia para abrir, en fin, la historia no iba a quedar así. Mary me dice que efectivamente ella detectó que la puerta había sido forzada, que barrió pedazos de mampostería pero que la puerta no estaba abierta, estaba apenas (¿?). Aquí se produce una gran contradicción las palabras utilizadas por la señora Gabriela a la mañana dice textualmente “porque HOY la encontramos rota”, mientras que la señora Peñalba y la señora Mary muy sueltas de cuerpo me aseguran que la puerta fue violentada antes de navidad. Yo estuve yendo al local hasta el día 22 de diciembre por la mañana y a partir de esa fecha no regresé porque tengo como costumbre hacer un impase para las fiestas y regresar a mediados de enero. Hay muchas contradicciones de parte de los empleados, una dice que HOY se enteró, otra dice “yo avisé a quien tenía avisar” y se encogió de hombros, la otra intenta cargar las tintas en contra de los chicos del San José que organizaron una feria para esa fecha, pero lo cierto es que alguien intentó ingresar al local, no sabemos aun con qué fin, y para ello violentó la puerta y sacó de lugar el marco embutido en la mampostería. Más allá de los hechos que son muy controversiales es condenable la actitud de los empleados de mantener todo este tiempo esta situación fuera del conocimiento de los afectados, en este caso una institución de bien público y un organismo de derechos humanos, ¿con que finalidad? . Sinceramente tengo mucha bronca e impotencia , quiero llegar al fondo de esta situación y aclarar si fue finalmente un intento de robo, una intimidación a modo de mensaje, o una «achuría» de muchachos, pero también no quiero dejar pasar por alto de que existe un grado de irresponsabilidad importante de parte de los empleados que sabían de antemano pero se lo callaron demostrando que no les importa en absoluto que el propio edificio donde trabajan fuese objeto de un intento de robo y que tampoco ignoran que dentro de ese espacio hay documentos importantes y es menester mantener a resguardo y respetarlo como un bastión de la lucha por los derechos humanos. Mañana vamos a solicitar ampliar la declaración después de conocer la versión de estas empleadas.

Relatados los hechos saquen ustedes sus propias conclusiones, yo las saqué, y no me gusta nada lo que veo enfrente. Siendo casi la medianoche, y siendo que este hecho tomó estado público al mediodía de hoy, ningún funcionario del área se comunicó para tomar conocimiento del hecho, ni para ponerse a disposición.

LUIS VERDINA

PTE DE ¿QUIENES SOMOS?